Encontramos nuestro vagón mientras un agudo silbido suena a lo lejos. De repente, un movimiento nos empuja y comienza el traqueteo inconfundible bajo nuestros pies, miramos a nuestro alrededor y el paisaje cobra vida. Entonces tomamos asiento porque nuestro viaje ha comenzado.
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10 julio, 2013

INFRAESTRUCTURAS: EL TÚNEL DEL SIMPLON

Construido a principios del siglo veinte para batir todos los récords esta fabulosa obra formó parte durante años de la línea Simplon-Orient-Express que circuló hasta finales de la década de los setenta conectando París con Estambul. Hoy día, más de un centenar de trenes lo cruzan a diario. 

La aventura de los túneles alpinos se remonta a 1708. Con 64 metros de largo el Urnerloch, que estaba cerca de la ciudad de Andermatt, fue el primer túnel para el tráfico de mercancías y pasajeros sobre una ruta alpina. Casi dos siglos más tarde, tras complicados viajes a lomos de mulos recorriendo los senderos de montaña, el ferrocarril conseguía atravesar los Alpes. Corría el año 1882 cuando se inauguraba el túnel ferroviario del San Gotardo. Su construcción demoró diez años y costó la vida a casi dos cientos trabajadores pero sus quince kilómetros de longitud lo distinguieron durante mucho tiempo como el túnel más largo del mundo. Un récord que en 1906 batiría otro túnel suizo, el Simplon, cuatro kilómetros más largo que el del San Gotardo. Este túnel ocuparía su lugar en el mundo hasta finales de los años ochenta.
Palacio de Stockalper
El Simplon desempolva una ruta abierta durante la Edad de Piedra y vigente hasta el siglo XVII frecuentada principalmente por contrabandistas y mercenarios, pues ya en época de los romanos se consideraba la garganta de Gondo como un lugar infranqueable. Todo cambió cuando a mediados del siglo XVII, un comerciante de Brig llamado Kaspar Jodok von Stockalper comenzó a utilizar el puerto de montaña Simplon para el transporte de mercancías en animales de carga desde el mar Mediterráneo. Su osadía le reportaría grandes riquezas como demuestra el monumental palacio barroco Stockalper que perdura en la ciudad de Brig. El primer camino apto para vehículos en la zona se remonta a los tiempos en que Napoleón necesitara avanzar con su artillería hacia el sur. Ya en 1806, una verdadera calzada conectaba el lago de Ginebra con el lago Maggiore, en el valle del Ródano y del Simplon. De este modo lograba Milán comunicarse con París y Ginebra.
Tras la llegada de los ferrocarriles a Suiza en 1847, los ingenieros intentaron imaginar el modo de atravesar los Alpes. La idea de un túnel ferroviario bajo la montaña tomaba forma en 1880 y pretendía unir la ciudad suiza de Brig en Valais con el pueblo de Iselle en el Piamonte italiano a través del macizo del Simplon. En 1895, y a pesar de las muchas críticas que la idea suscitaba, pudo al fin concretarse el trazado tras la firma de un tratado con Italia. El proyecto de la Brandt, Brandau & Company incluía un túnel y una galería de menor diámetro en paralelo a una distancia de diecisiete metros para la evacuación de los materiales. La Compañía de Ferrocarriles del Jura Simplon (JS), fundada en 1889, desempeñó un papel decisivo en la conclusión del proyecto. El túnel fue excavado casi exclusivamente a mano por miles de obreros con picos y rejas mineras puesto que no se contó con taladros hidráulicos hasta la fase final. Unos cuatro mil trabajadores en la parte suiza y hasta diez mil del lado italiano en unas condiciones de perforación extremas, tanto por el sofocante calor (más de 45 grados en el interior) como por las inundaciones que rebosaban la galería con agua helada o caliente según los manantiales que a su paso encontraban. La última carga de rocas salía a principios de 1905, cuando las dos mitades se unían con gran precisión: tan solo 7.9 pulgadas (apenas 20 centímetros) de desalineación horizontal y 3.4 vertical. Finalmente, el diecinueve de mayo de 1906 se ponía en servicio la primera galería en presencia de Víctor Manuel III de Italia. Había llevado siete años y medio completar el túnel, dos más de lo esperado. Unos días más tarde, el uno de junio, un tren a vapor lo cruzaba por primera vez. La decisión de usar energía eléctrica se tomaba tan solo seis meses antes de su inauguración y la electrificación fue llevada a cabo por la Brown, Boven & Company. Entre 1912 y 1921 un segundo túnel de 19.823 kilómetros se abrió junto al primero. El Simplon II es ligeramente más largo debido a una prolongación en la curva. Cuenta la historia que durante la II Guerra Mundial el túnel fue celosamente custodiado, disponiéndose a ambos lados una carga preparada para volarlo en caso de ataque. Unos explosivos que no serían retirados hasta 2001. Pero ese no fue el único intento. En 1945 las tropas alemanas, en su retirada, también planearon destruir las comunicaciones a su paso por el Simplon si bien italianos, suizos y austríacos lograrían finalmente impedir que esto sucediera.
Brig ganterbruecke
Desde Brig el camino sube la montaña a lo largo de amplias curvas. A mitad de altura la ruta cruza el valle del Ganter a través del puente del mismo nombre, una moderna construcción de hormigón que se curva a lo largo de 678 metros y que fue levantada a finales de los setenta del siglo pasado. En la parte sur del puerto de montaña el camino conduce en dirección a Italia y pasa por el pueblo de Simplon. El estilo de sus construcciones, con los típicos techos de losas y su pequeña plaza, recuerda a la vecina Italia. El camino continúa a lo largo de galerías y túneles a través de la garganta de Gondo, encajada en medio de estrechas paredes de granito. En la aldea de Gondo se encuentra el paso fronterizo hacia Italia y pueden visitarse las minas de oro. Aquí también cambia de dirección uno de los valles más desconocidos de Suiza, el Zwischbergental, que en este lugar toma rumbo hacia el oeste. El recorrido bajo las montañas dura veinte minutos por carretera y facilita la subida a los Alpes a través del Paso del Simplon. Este Paso (de más de dos mil metros de altitud) se abrió en 1959 lo que propició que la ruta férrea cayera en desuso, siendo abandonado el túnel en 1993. Con todo, el diciembre de 2004 el servicio ferroviario fue remodelado y ahora salen trenes que atraviesan este túnel cada noventa minutos.
Con sus 19.803 metros de longitud el Simplon se mantiene entre los túneles ferroviarios más largos del mundo si bien en la actualidad el túnel de base del Lötschberg, construido en 2007, constituye la infraestructura suiza más extensa con 34.577 metros. 
Túnel de base del Lötschberg
Más información: http://www.swissinfo.ch/