Encontramos nuestro vagón mientras un agudo silbido suena a lo lejos. De repente, un movimiento nos empuja y comienza el traqueteo inconfundible bajo nuestros pies, miramos a nuestro alrededor y el paisaje cobra vida. Entonces tomamos asiento porque nuestro viaje ha comenzado.
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10 abril, 2014

INFRAESTRUCTURAS: EL TUNEL SEIKAN

El país nipón se compone de alrededor de siete mil islas situadas entre el Océano Pacífico y el mar del Japón. En ellas habita la décima parte de todo el planeta, la cual dispone de una de las redes ferroviarias más rápidas y extensas, en la que no solo destacan sus fabulosos trenes de alta velocidad sino también alguno de los túneles más largos jamás construidos hasta el momento.

Una de las infraestructuras más reseñables de toda Asia es el túnel Seikan que desde 1985 sigue siendo el túnel ferroviario submarino de vía estrecha más largo del mundo. Forma parte de la Japan Railways Kaikyo Line y cuenta con 53,85 kilómetros de longitud, de los cuales 23,3 reposan sobre una de las placas tectónicas más activas del Océano Pacífico. Excavado a cien metros de profundidad del fondo marino (en la misma roca volcánica que en su día originó las islas) y a unos 240 metros bajo el nivel del mar, su trazado comenzó a diseñarse durante el periodo Taisho, entre los años 1912 y 1925. Por aquel entonces la construcción de los primeros túneles de gran longitud ya se había materializado con los de Shimizu (9,7 kilómetros) y Tanna (7,8 km). Durante mucho tiempo el gobierno perseveró en su afán por dotar al país de una red fluida y rápida de trenes que modernizaran las comunicaciones entre las islas. Cuando en 1964 se hundieron cinco ferries en el estrecho de Tsugaru dejando 1430 víctimas, el gobierno nipón decidió no demorar más la construcción de un túnel submarino. Finalmente, un estudio geológico lograría que se reanudaran las obras en 1971. El proyecto necesitó de aproximadamente tres mil seiscientos millones de dólares (destinados en su mayoría a estudios del lecho marino a través de minisubmarinos) para conseguir atravesar el estrecho y doblegar aquel brazo de mar de ciento sesenta kilómetros de largo y hasta sesenta de ancho fuertemente condicionado por tormentas y tifones. De este modo en marzo de 1988 se inauguraba el túnel submarino más largo de la historia, el cual conectaba las islas de Honshu y Hokkaido.
El Seikan está provisto de tres secciones: un túnel principal de vía doble de 53,85 metros de largo; otro de servicio construido a treinta metros del principal y unido a éste mediante galerías transversales cada 600 metros, el cual desempeña la función de pasaje alternativo por el que pueden circular vehículos motorizados; y otro más de reconocimiento que actualmente se utiliza para drenaje y ventilación. Además, la efectividad de estas galerías de evacuación se ve mejorada por la instalación de ventiladores de extracción de humos, cámaras de televisión para guiar a los pasajeros así como sistemas de alarmas térmicas con rociadores. 
Para hacer realidad esta infraestructura de récord se utilizaron ochenta y cinco mil toneladas de cemento, diecisiete mil de acero (el equivalente necesario para construir cincuenta y siete rascacielos como la Tokyo Tower); y se calcula que hasta un total de quince millones de personas estuvieron involucradas en la obra durante veinticinco años. Una portentosa infraestructura cuyo coste se estima alrededor de los setecientos cuarenta millones de yenes (unos cincuenta millones de euros por kilómetro) debido a los problemas con la perforación y la voladura. Por este motivo, tras la ejecución del Seikan han tenido lugar importantes cambios en la forma de concebir la construcción de estas grandes infraestructuras. A diferencia de este, los túneles de gran longitud construidos a finales del siglo XX y principios del XXI se han proyectado a partir de la utilización de tuneladoras. 
El nombre Seikan proviene de los kanjis iniciales de las ciudades que une: Aomori y Hakodate. El proyecto original contaba con dos estaciones submarinas: la Yoshioka Kaitei (situada en Hokkaido) a 149,5 metros bajo el nivel del mar y la Tappi Kaitei (en Honshu) a 135 metros, las cuales fueron puestas en servicio en 1988. Y aunque esta última fue demolida para dar paso al futuro tren ultra rápido, el Hokkaido Shinkansen, la primera permanece abierta como museo y puede visitarse en tours especializados.
La altura del túnel es de 7,85 metros por 9,7 de ancho, lo suficientemente grande como para dar cabida a un edificio de tres plantas. Además, el ancho del carril del Seikan se ha establecido en las mismas medidas convencionales que el resto de líneas abiertas. En este caso el trazado ha sido diseñado para soportar una importante sismicidad y para dar una perfecta cobertura a los trenes de alta velocidad en un futuro. Hasta que esto sea posible, por el momento esta ruta bajo el mar es muy poco transitada. Aun así, la expansión ferroviaria no parece temer las estadísticas en el continente asiático, desafiando a casi el 90% de los pasajeros que siguen prefiriendo la ruta aérea. Y es que viajar desde Tokio hasta Sapporo en tren lleva unas diez horas y treinta minutos mientras que en avión supone tan solo tres horas y media (incluido el acceso al aeropuerto). Con todo, se prevé que la primera fase del Hokkaido Shinkansen entre Shin-Aomori y Hakodate inicie su explotación en la primavera de 2016, que incluirá el tendido de rieles duales y conectará el túnel a la red Shinkansen de alta velocidad.
túnel Hakkoda
Por otro lado, Japón cuenta también con el túnel de doble vía más largo del mundo. El túnel Hakkoda de 26.44 kilómetros de longitud se encuentra situado al norte del país y su trazado le lleva a través de las montañas de las que toma su nombre hasta las ciudades de Tenmabayashi y Aomori. Empezó a construirse en 1998 y fue temporalmente abierto en 2005 hasta su completa finalización y apertura en 2010. Un récord que no pudo igualar el túnel suizo Lötschberg (2007) por estar construido en la mayor parte de su recorrido en una sola vía.
A pesar de la gran variedad de túneles que hoy en día se encuentran abiertos al público en todo Japón aún quedan numerosos tramos que completar debido al cada vez más extendido uso de la línea rápida Shinkansen. Tal ocurre con la vía Hokuriku Shinkansen que, iniciada en 2005 y aún en construcción, permitirá conectar a través de diferentes túneles las ciudades más pobladas de la región de Hokuriku, al noroeste de Honshu, la principal isla del país.